miércoles, 30 de abril de 2014

ORACION PARA RECIBIR LA SALVACION! - Guadalupe C. Casillas

Love, Hope, and Faith with Heather Murdock 11-28-12

La Gran Pista de Dios - EXJ Tribe (Jóvenes de Conquistando Fronteras)

Spanish Version - I will Rise - Chris Tomlin - Samaritan Revival - Music...

LA MUERTE - PARTE 3 - "¡La muerte es algo glorioso!"... ¿De veras?


Imagínate esto conmigo: Una corona gloriosa en tu cabeza, esplendor, vestidura blanca, lleno de gozo, redimido, perdonado, sin preocupaciones, sin temores, sin dolor, un nuevo cuerpo glorioso, sentirte completamente amado y aceptado, las vistas más preciosas que hayas visto... Asi es como Dios describe en la Biblia, la vida eterna que nos espera después de esta vida cuando hemos decidido confiar en Él, creer en Él y poner nuestra fe en su Hijo, Jesucristo.

Esta es la parte final de mis blogs acerca de la muerte. En mi primer blog, "Muerte...", escribí que el primer día del año 2014, me desperté a las 5:00 de la mañana con el pensamiento de que Dios quería que yo escribiera un blog titulado, "Muerte". Y luego el otro pensamiento que entró en mi mente fue, "¡La muerte es algo glorioso!" Inmediatamente pensé, "¿cómo puede ser la muerte algo glorioso? Luego al meditar en las promesas de Dios acerca de nuestra resurrección y llegada a nuestro destino eterno, estuve completamente de acuerdo con esa frase.

Este es un extracto de mi libro titulado,"Cómo amar a Dios con todo tu corazón" - Derechos Reservados 2015.

..."Si has perdido a un ser querido, Dios puede aliviar tu dolor. Lo hace con el consuelo y seguridad de que los que murieron en Cristo Jesús se reunirán con todos los creyentes en el Cielo. Observa cómo este versículo menciona los dos más grandes deseos que quisiéramos tener en la tierra: el descanso y la paz. Los que se han ido antes que nosotros tienen eso y mucho más.



El amor de Dios promete

10. ¿Cuál es la promesa que Jesús le ha hecho a todos los creyentes? Lee Juan 14:1-4.


Jesús, el camino al Padre

No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente.Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar? Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy.Y ustedes conocen el camino que lleva adonde voy.

Jesús se adelantó a preparar un lugar para los que creemos en Él. Un ejemplo que le doy a mis amigas para describir ese lugar es este: “Que dirías, si yo me fuera de paseo a la isla de Hawái, y mientras estoy allí mirara los atardeceres más bellos, cascadas preciosas, amaneceres maravillosos, las flores  más lindas, y todo fuera perfecto. Si no tuviera ninguna clase de dolor, tristeza, hambre, enfermedad, enojo o decepción. Si todas las personas fueran amables y buenas. Si no tuviera ninguna clase de  miedo, peligro o problemas. Al contrario, siempre estuviera relajada, alegre y rodeada de amor. ¿Se sentirían ustedes tristes por mí? Por supuesto que no, ¡ustedes quisieran venir también conmigo! Este es un pequeño ejemplo de lo que sucede cuando los creyentes van al Cielo. ¿Debemos sentir lástima por los que ya se han ido? Por supuesto que es normal querer tener a nuestros seres queridos con nosotros y que nos hagan falta. Pero, acuérdense de que en realidad, ellos están viviendo una vida mejor que la de nosotros".


Yo no he experimentado la muerte de alguien muy cercano y no quiero tomar a la ligera el dolor y el sufrimiento que la muerte causa. No quiero ser insensible a tu pérdida, al contrario quiero darte esperanza y un pequeño rayo de gozo basado en la Palabra de Dios. Espero que los siguientes versículos te traigan consuelo y paz.

2 Timoteo 4:8

Nueva Traducción Viviente (NTV)
Ahora me espera el premio, la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me dará el día de su regreso; y el premio no es sólo para mí, sino para todos los que esperan con anhelo su venida.  


Santiago 1:12


Dios bendice a los que soportan con paciencia las pruebas y las tentaciones, porque después de superarlas, recibirán la corona de vida que Dios ha prometido a quienes lo aman.

1 Pedro 5:4


Así, cuando venga el Gran Pastor, recibirán una corona de gloria y honor eternos.

(Jesús hablando en este pasaje siguiente)

Apocalipsis 3:5

Todos los que salgan vencedores serán vestidos de blanco. Nunca borraré sus nombres del libro de la vida, sino que anunciaré delante de mi Padre y de sus ángeles que ellos me pertenecen.

Apocalipsis 21:4


Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más.

Filipenses 3:20-21


En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, donde vive el Señor Jesucristo; y esperamos con mucho anhelo que él regrese como nuestro Salvador. Él tomará nuestro débil cuerpo mortal y lo transformará en un cuerpo glorioso, igual al de él. Lo hará valiéndose del mismo poder con el que pondrá todas las cosas bajo su dominio.


1 Corintios 15:42
Lo mismo sucede con la resurrección de los muertos. Cuando morimos, nuestros cuerpos terrenales son plantados en la tierra, pero serán resucitados para que vivan por siempre.

Hay mucho que decir acerca de este tema y tantos pasajes en la Biblia, pero entonces este no sería un blog sino todo un estudio completo en este tema tan importante. Por favor ten la libertad de enviarme tus preguntas o comentarios. A la derecha de mi página de blog hay un "link" a la página del Reverendo Billy Graham's donde encontrarás una multitud de información y preguntas acerca de la vida y la muerte.

Comparto estos cantos contigo y que Dios te bendiga!!!

http://youtu.be/6POBOOLVyFI 

http://youtu.be/wSIj4SPPqag 

http://youtu.be/IifTXVqpV-E 

http://youtu.be/FP73T3Pv6Wg 



    De la misma manera, hay alegría en presencia de los ángeles de Dios cuando un solo pecador se arrepiente.
    Lucas 15:10

Si quieres obtener la vida eterna, puedes visitar varios de mis blogs adonde hablo de la salvación. También puedes ver mi entrevista en Inglés y repetir mi oración al final o simplemente di esta oración:

Querido Jesús, 

Se que soy un pecador y me arrepiento de todo lo malo que he hecho. Creo por fe de que tú eres el Hijo de Dios y moriste por mi en la cruz para perdonar todos mis pecados y hacerme justo delante de Dios. Recibo tu perdón y te entrego mi vida en este mismo momento. Gracias por limpiarme de todos mis pecados y darme la vida eterna. En tu santo nombre, Jesús. ¡Amén!


http://youtu.be/W-wtk9E5-Yk  

Este es el link para que escuches mi historia ..

http://youtu.be/pM5bnOu7Ymk 


miércoles, 23 de abril de 2014

LA MUERTE - PARTE 2 - Mi temor a la muerte...


Extracto de mi libro, "Cómo amar a Dios con todo tu corazón". Derechos Reservados 2015. Escrito por Guadalupe C. Casillas.

En esta sección de mi libro describo el temor que le tenía a la muerte y que, mejor dicho, "Quién" hizo que ese miedo desapareciera...

"Una de las razones por las que amo tanto a Jesús es por haberme dado la vida eterna. Estoy supremamente agradecida de saber esto, porque le tenía mucho temor a la muerte, o solo pensar que mis seres queridos fueran a morir.

Cuando yo tenía nueve años, regresaba con mi familia de un día en la playa en Nicaragua. Las carreteras eran muy peligrosas, pues no había barandas que nos protegieran en las curvas de los precipicios. Miré muchas cruces con flores que honraban a aquellos que habían muerto al haberse salido de la carretera. Pensé en lo triste que sería perder a mis papas o a mis hermanas en un accidente. Mis lágrimas empezaron a rodar suavemente sobre mis mejillas. La muerte me preocupaba constantemente.

A los veinte años la depresión llego a mi vida. No quería vivir. Mi médico pensó que mi condición se debía a mis hormonas. Yo no estaba asistiendo a la iglesia durante ese tiempo. Había perdido mi fe en Dios (en un capítulo posterior leerás en detalle cómo esto llegó a ser). A pesar de que tenía un esposo maravilloso, una casa preciosa y que podía quedarme en casa con mis dos hijos, me quería morir. Un día, casi sucedió. Mi esposo Eduardo y yo estábamos disfrutando de la piscina en un hotel en Lake Tahoe, California. Yo no sabía nadar y estaba de pie en la parte menos profunda cuando decidí tomar un par de pasos, y de repente no pude pisar el fondo. Grité para pedirle ayuda a Eduardo, levantando mis brazos antes de hundirme. Cuando me estaba ahogando, le dije a Dios: "Señor, perdóname, no quiero morir. Por favor, sálvame".

Dios escuchó mi oración. Eduardo vino a mi rescate, y me salvó la vida. Estaba agotado pues tuvo que empujarme hacia el borde de la piscina para prevenir que me colgara de él, de lo contrario ambos nos hubiéramos ahogado.

Mi más reciente incidente de estar cerca de la muerte fue diferente. Lo que he aprendido acerca de la vida eterna con Jesús y de la belleza del cielo me han ayudado a superar el miedo a la muerte. Mi amor por Jesús ha aumentado tanto en los últimos años que no hay lugar donde prefiera estar, que con Él.

La lluvia golpeaba el parabrisas mientras conducía por la autopista 50. Estaba escuchando una canción basada en el Salmo veintitrés. La letra habla de que Dios siempre está en control, incluso cuando caminamos por el valle de sombra de la muerte. En dos ocasiones, al pasar por un par de hoyos en la carretera, mi coche se había deslizado y esto me hizo recordar que las llantas de mi carro estaban bien gastadas, y decidí  reducir la velocidad. En el tercer hoyo, perdí el control y mi coche se salió de la carretera dando vueltas en la división central. En ese entonces no habían barandas que me detuvieran de cruzarme hacia el tráfico del sentido opuesto, sólo había lodo y hierba dividiendo las dos carreteras.


Incapaz de hacer que mi coche dejara de girar y se detuviera, dije en voz alta: "¡Oh, entonces este es el final! Así es como iba a morir, en un accidente automovilístico a los cuarenta y tres años". De repente, sentí como si todo giraba en cámara lenta, mientras anticipaba chocar con uno o más coches al cruzar al otro lado de la carretera. Luego imaginé el trágico cuadro de mi muerte anunciado en el periódico local y pensé en la tristeza que sentirían mis seres queridos.

De repente, me dije, "!Ah, esto significa que dentro de unos segundos voy a estar alabando a Jesús... cara a cara!" Me sentí emocionada y contenta, porque me encanta alabarle. La idea de poder hacerlo en su presencia me llenó de mucho gozo.

En mis pensamientos le dije a Dios: "Está bien, Señor, estoy lista. Pero por favor, que sea rápido. No quiero estar en dolor por mucho tiempo." Entonces estas palabras salieron de mis labios: "Señor, protégeme por favor".  Eso no fue lo que yo había querido decir. Yo estaba lista para irme con Jesús. Porque, aunque estoy locamente enamorada de mi esposo y quiero mucho a mis dos hijos preciosos, amo más a Jesús.

Cuando invoqué el nombre del Señor, sentí como si una mano me apretó el pie. En ese momento noté que estaba presionando el freno hasta el fondo. Yo no quería dejar de frenar. Pero lo hice de forma automática y rendí el control de mi vehículo.

El volante comenzó a girar por su propia cuenta y mi coche se detuvo completamente. ¡Yo no lo podía creer! Le dije a Dios: "Gracias, Señor por salvarme". Noté por medio del espejo retrovisor que mi baúl estaba abierto. Cuando salí de mi coche para cerrarlo, me di cuenta que mi vehículo estaba perfectamente recto y en el centro del trecho que dividía las dos carretera. Yo no sé cómo estacionarme recta. Supe entonces que fue Dios quien vino a mi rescate esa mañana.

De repente volví a  escuchar la música de mi CD. Cuando mi coche estuvo girando sólo hubo silencio y paz. En esos pocos segundos, donde el tiempo pareció detenerse no tuve nada que confesar. Nada de que arrepentirme. Sé que Dios me ha perdonado por todos mis pecados del pasado. Y acostumbro a confesarme con Dios inmediatamente cuando fallo.

Sobrevivir esa experiencia me permitió decirle a mis seres queridos acerca de la alegría que sentí al saber que conocería a Jesús en persona. Si yo hubiera muerto, mis seres queridos probablemente hubieran pensado que había estado aterrorizada, pero no fue nada así.

Unas horas más tarde le pregunté a Dios por qué no me había preocupado por mi esposo y mis hijos. En mis pensamientos escuché, "Es porque ya los has puesto en mis manos". Cuando yo muera, sé que Dios cuidará muy bien de mi familia tal como ha cuidado de  mí". (Cómo amar a Dios con todo tu corazón - Derechos Reservados 2015).


Comparto esta canción titulada, "Puedo imaginarme", que habla de el día en que estemos cara a cara en la presencia de Dios.


En mi próximo y último blog de la serie acerca de la muerte, "Muerte - Parte 3", hablaré de los pasajes de la Biblia que hablan de lo bello que es el Cielo y la eternidad divina que nos espera...